Viento frío
del norte hiere mi piel
como certeros
puñales en la noche.
Vientos
perfumados del sur
terminaron
para mi ser.
No impiden que
vuelen
mis
pensamientos
a otros
tiempos
en los que fui
feliz.
Feliz…¡qué
palabra más ambigua
que se remonta
a tiempos de atrás!,
en donde el
amor no sentía
el desprecio
de los hombres.
Donde los
corazones
latían al
unísono, sintiendo
amor y
felicidad.
Hoy, hasta el
viento ha cambiado
y nos trae
guerras
y desgracias
difíciles de superar.
Cambia viento,
cambia,
para hacer el
bien a los humanos.
Por salvar el
mundo de este desdén.
JUMECO
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