jueves, 29 de noviembre de 2018

YO PECADOR.





YO  PECADOR


Lenta como la pena avanza la noche.
Surge de entre la niebla el reproche;
aquellos momentos deciden el futuro
incapaz de consolidar la armonía

El intento de ensamblar el requerimiento,
aun se encuentra lejos de prosperar.

Pienso y no encuentro soluciones
a corto plazo para mejorar la situación
 que embarga el ambiente.
No sé si soy culpable pero intento olvidar
y perdonar los reproches  pasados.
Querer y amar lo que es,
 lo que ha sido y será mío,
de mi propia sangre y disfrutar
de su compañía como ser humano.

La noche avanza y mi pluma
se acerca mas al convencimiento
 que todo se puede perdonar en la familia.

Hoy suplico perdón por mis malas actuaciones
me enorgullezco del candor familiar.

Cuando la conciencia no está tranquila,
sólo pides arrepentimiento.
Pides con fervor al Todopoderoso que te ilumine
paras salir del apuro o la desgracia
que se te viene encima.
Entonces es cuando verdaderamente crees
en su bondad, en su poder de perdonar, en su benevolencia.

Juras y prometes que no lo volverás ha hacer jamás;
con ello demuestras tu arrepentimiento.

Pero tal arrepentimiento no es firme.
El mal momento ya pasó y vuelves a las andadas,
sin pensar en el tiempo pasado
y retrocedes a tu vida cotidiana de pecador.
Puede más el placer del vicio que el sacrificio de la honradez
y su manifestación con el ejemplo.

Y así pasarán los días y los años
 y llegará el juicio final donde seremos juzgados.


JUMECO

1 comentario:

  1. La conciencia te pesa tanto que no puedes con ella y, confiesas al mundo tu pecado, no escrito sino de corazón que es como todos lo pueden leer en silencio. Yo pecador me confieso que pequé y me arrepiento...

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