jueves, 28 de octubre de 2010

Con gran pena besé tu rostro



       CON GRAN PENA BESÉ TU ROSTRO

Con gran pena besé tu rostro

aquel rostro que tanto amaba,
tan frío como el mármol
la palidez lo desbordaba.


Pasamos juntos la noche
esa última noche tan larga,
amaneció el nuevo día
con  triste toque de campanas.


Te separaron de mi vida
entre llantos y recitales,
con incienso y olor a velas
y majestuosos funerales.


El féretro que te impusieron
tú, como una rosa que fueras,
tus ojos ya no me miran
tu rostro amarillo como la cera.


El dolor oprime mi pecho
como cuerda oprime al ahorcado,
quisiera aliviar mis penas
y morir para seguir a tu lado.


Y ahora que voy hacer
sin tus besos, ni tus caricias,
deambularé por el mundo
difundiendo las penas mías.


Dad al cuerpo muerto tierra
y tierra al labriego, siembra y ganas,
que la tierra es para todos
y el que la repudia es que no la ama.

                              JUMECO

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