jueves, 28 de octubre de 2010

Crucé la calle sin prisa y sin miedo




Crucé la  calle sin prisa y sin miedo    

Esperé a que pasara

aquel remolino de viento,
crucé la calle sin prisa
y sin miedo pensando solo
en, te quiero.

Oí que gritaban
¡Cuidado buen hombre
ahí vienen los bomberos!.
Un reflejo
de luz y después un estruendo;
volé por los aires y caí como pájaro
herido por un tiro certero.

Recobré la conciencia a los tres meses
en un hospital sin nadie postrero.
¿Ahora quien soy? ¿De donde he venido?
¿Qué es lo que tengo? Esas preguntas a mi
mente vinieron.  ¿Qué me ha pasado que
de pie no me tengo? Mis piernas las tengo
vendadas y ya no las siento.

Me duelen los brazos, los tengo sin vida y
no los sostengo, no doy un paso porque
me faltan los huesos.

Mis pensamientos siguen siendo para ti,
aunque ahora no te veo.
Desapareciste de mi vida por aquel atropello. Seguiré amándote, aunque mi cuerpo mutilado y mi vida sean un infierno.

Crucé la calle, sin prisa y sin miedo.


JUMECO

1 comentario:

  1. Cuando se está enamorado sólo se oye el piar de los pajaritos y no ves el peligro que te acecha

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