jueves, 28 de octubre de 2010

COMENTARIO EN EL SIGLO XX


         
     COMENTARIO EN EL SIGLO XX
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RODIGAMOS a manos abiertas  sin que con ello seamos capaces de manifestar los sentimientos a nuestros semejantes. No admitiendo consejos de nuestros mayores, achacándoles que ellos sólo aprendieron las cuatro reglas gramaticales y que no se encuentran capacitados para tal evento acaecido en las últimas décadas.
  En los casos de directivos de grandes empresas jóvenes de cualquier sexo, -con grandes estudios pero sin ninguna experiencia-, incapaces de solucionar ciertos conflictos, a pesar de su larga y exhausta carrera, pero estudios sobre el papel, no es lo mismo que enfrentarse directo al problema.
  Yo pienso y creo firmemente que la tecnología tan avanzada  que existe hoy en día, está destruyendo el amor a la humanidad, y sino compare por un momento nuestra juventud (años 50-60) con la de ahora y ¡sólo han pasado 50 años!, La vida de entonces era así.
Llegaba el domingo y el primer oficio era acicalarse e ir a misa, y a la salida manifestar tu alegría con los amigos, familiares o vecinos, hacer planes para por la tarde ir a jugar un partido- de lo fuese- y en el caso de las mujeres salir de paseo a charlar y criticar en buen sentido; (no quiero, llamarlas criticonas o cotillas, Dios me libre). Conocer a chicos y relacionarse con ellos,  que es lo normal de toda nuestra existencia. Hablamos de los católicos y practicantes,  que como es lógico también los había y los hay, que no van a misa ni creen en los curas, pero sí, en Dios o llamémosle, el Todopoderoso, que yo creo que así se define mejor a todos los creyentes de otras religiones; que no es cuestión de aparentar- yendo a misa y la burra por los trigos, como dice el refrán-. Con ello no critico en este aspecto de la forma de pensar de cada uno, pero sí, que cada año que pasa se está perdiendo el amor al prójimo, - como he apuntado antes-, y lo peor de todo es que vamos a más, a velocidad imparable, que no pensamos nada más que tener un buen coche, teléfonos móviles todos los miembros de la familia, salir todos los fines de semana a gastar lo que no deberíamos; fumar, beber, drogarse en muchos casos para poder aguantar el “tirón” de la vida. ¿Adónde iremos a parar? Yo creo que a la perdición, pues poco a poco las familias se van rompiendo, la sociedad es cada vez mas exigente y los mandatarios -me parece a mí-, que cada vez lo hacen peor, no critico a ningún partido, pues no soy ni forofo ni partidista sólo trato de decir y defender la verdad en la que creo.
  No es necesario ser Presidente ni Diputado para poder opinar y criticar lo que creamos que no va bien. La inmigración. Ese es otro tema muy difícil de atajar, no solamente en España, en todo el mundo pero especialmente en Europa. No voy a clasificar ni razas, ni color, porque todos tenemos derecho a una vida digna, pero lo que sí quiero en este caso aludir, que los mandatarios de las naciones no quieran darse cuenta y no controlen la mala convivencia de muchos de los que entran en nuestra nación y que vivan a cuenta de los demás, como es el caso de la inseguridad ciudadana. Ya no sólo en las grandes ciudades que es donde más jaurías de maleantes existen; sino también en los pueblos y pequeñas ciudades caseríos, chalés y en general ya no hay sitio seguro. Los ricos y principales gobernantes su seguridad, es a base de guarda espaldas y armados hasta los dientes. No quiero pensar ni por un momento que nuestra España llegue a ser como otras naciones súper desarrolladas, que no sólo manda el dinero mas bien manda el “gatillo”.
  También quiero apuntar – y que esto quede claro- que no todos los que vienen de fuera son de mala calaña, pero sí en un porcentaje muy superior al que desearíamos; no lo digo por decir, porque conozco a bastante gente –inmigrante- que son unas bellísimas personas y que viven honradamente de su trabajo. 
  Seamos conscientes de lo que hacemos y lo que nos hagan, al menos no sea en contra de nuestra voluntad.
    Este es mi deseo. JUMECO                

1 comentario:

  1. Que quede claro que no soy racista ni deseo que los demás se busquen la vida en nuestro país; lo que si digo que la mala gente que extorsiona a los demás, a ese, es al que se le debería castigar y pagase el mal que hace

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