ELLOS QUE SÓLOS Y TRISTES ESTÁN
Escuchad un fragmento de la soledad
Puede ser que el infortunio procaz,
haya desnaturalizado tu vida
y ahora no seas capaz de encontrar.
Te ves perseguido por recuerdos pasados.
de la que te arrepentirás.
Envuelto en presagios disformes
materializados por el horror de tu vida
Con el pecado sobre tus hombros
caminado despacio y con dificultad,
recorres este mundo absurdo
que no te aportará felicidad.
¡Amigos! muchos amigos
¿Cuántos te apreciarán?
Amigos del momento,
con los que tú no puedes contar.
Tu única compañera,
la triste soledad.
Te acompaña a todas partes
hasta en el mas allá.
Todo lo diste,
nada guardaste
Disfrutaste el momento
sin inmutarte.
¿Si yo hubiera o hubiese?
¿Si yo hiciera o hiciese?
Ya todo esto sucedió, sólo
hay tiempo para arrepentirse.
Paz a los bienaventurados
porque de ellos la gloria será.
La muerte que acoge en los cementerios.
Ellos, qué solos y tristes están.
JUMECO
Este título corresponde a un verso de Adolfo Becquer
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