miércoles, 12 de junio de 2013

MI ÁNGEL DE LA GUARDA (Registrada)

Alma que abandonas el cuerpo
y dejas que se pudra bajo tierra.
¿No piensas que al abandonarlo
puedes perder una persona buena?

Así pensaba mi Ángel de la Guarda
y no pudo evitar mi muerte.

Camino del juicio final
al ángel le pregunté:
¿Dónde me llevas?
¿A beber de tu fuente?

El Ángel nada respondió.
Se encaminó al purgatorio
donde las almas purgan sus pecados
dando cuentas a Dios.

Pecamos, sin pensar en las consecuencias.
Pecamos, en algunos casos, por pasión.
Pecamos, sin pensar en la muerte.
Pecamos, olvidando en nuestra salvación.

Me gustaría ser un Ángel
por ver cuanto pesan las alas,
y subir hasta el firmamento
para salvar algunas almas.

¿Cómo podría cambiar
de diablo que soy, a ser Ángel?
Eso ni el diccionario lo encontrarás
por muchas palabras que tenga.

Seguiremos tratando con honradez,
a nuestros congéneres con amor, 
que lo que nos quede de vida
sea de alegría y  buen humor.  


                         JUMECO

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