En todos los hemisferios
¿Fue Adán y Eva quién
prodigó en manifestarlo?
Nacemos ya con él
por mucho que queramos
evitarlo.
Imperan soeces acciones
que como por encanto
volutan a nuestro
alrededor.
Fingida veleidad.
Promiscuos engaños.
La lucha mundana de
asirse a un madero,
se hunde el alma por los
pensamientos.
Lucho, nado y floto en
medio de la tempestad
que me arrastra hacia el
abismo.
La esperanza no la pierdo
de encontrar el madero
de mi salvación, de mi
vida,
de mi desierto.
¿Cómo me juzgarán los
sabios
que tanto estudiaron para
saberlo?
Me sangran los pies, pero
sigo caminando
mi afán es llegar a la
meta que tanto he buscado.
Y así con este
pensamiento, espero impasible
que llegue el invierno,
que me hiele la sangre
para llegar a lo eterno.
JUMECO
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