En una terraza
soleada
con vistas al mar mediterráneo
envuelto con trinos de canarios
enjaulados, disfruto de la brisa,
del sol y de la alegría del verano.
Disfruto de mi libertad
de la salud que Dios me ha dado
disfruto de la compañera que se
cruzó en mi camino, y que a ella día a día
la demuestro todo mi cariño.
Años atrás en nuestra juventud,
disfrutábamos nadando como ranas,
nuestros cuerpos se
contorsionaba en el agua
como simios lo hacen en las ramas.
La alegría es la felicidad
con ella sorteamos los estorbos,
satisfagamos nuestros placeres,
a cambio de nuestros escollos.
No quiero recordar los años pasados
en donde el hambre imperaba,
que por falta de comida y pan
la muerte con su ansia se saciaba.
Vivamos el presente sin ansiedad
antes que nos vengan los males,
que la edad no perdona
sin achaques y el que no los tiene,
es que ha pasado a la Gloria
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