Encontrándose una cigarra a pleno sol del
día, ofreciendo con su canto un poema como mercancía, acertó a pasar por el
camino, una pulga un tanto distraída.
Al oír su monótono canto se paró para
escuchar lo que decía; sin pensarlo demasiado esta, la increpó.
-¿Cómo te atreves grandullona con tu
horrible melodía, a estropear con tu canto tan majestuosa poesía? Tienes cuerpo
para canto, patas para saltar, alas para volar, pero te falta sensibilidad,
para poder bien recitar.
La cigarra respondió un tanto ofendida:
Si tú siendo una chupa sangre, insecto
horroroso y molesto, ¡el atrevimiento es el tuyo!
¿Por qué tienes que venirme a criticar?
........................................
QUIEN MÁS
CRITICA, ES EL QUE MENOS VALE
No hay comentarios:
Publicar un comentario