miércoles, 6 de mayo de 2015

ROMANCERO Nº 8


                                     ROMANCERO Nº 8
Quisiera ser como alondra
que imitase todas tus bondades
y así poder ganar la gloria
cuando de este mundo me separe.
 
Si pensabas herirme de muerte
bien lo supiste hacer,
me diste una negativa
cuando propuse tu querer.
 
Empujado por los celos
me obligaste a matar,
ahora estoy pagando mi culpa
entre rejas por amar.
 
El mar bravío rompe en la playa
no sin antes con furia bramar,
su fuerza rompe los lazos
de un amor al terminar.
 
El mar seduce al alma
el alma lo hace al amor,
las olas a los locos enamorados
de alma y de corazón.
 
Cuando la alegría se manifiesta
y la sonrisa fluye a flor de piel,
el dramatismo desaparece
y la nostalgia la lleva con él.
 
¿La pena puede contigo?
y ¿Tú te dejas influir?
siempre tendrás malos augurios
si de ella no quieres huir.
 
El roce hace el cariño
el amor es un rayo de luz,
esa luz mantendrá nuestro amor
eso es lo que me juraste tú.
 
 
El cobarde tiene excusas
el valiente decisión,
el amor con barreras
siempre busca la ocasión.
 
Suponiendo que bien supongo
en el supuesto de ser tu novio
bien puedes tu suponerte
el contrato que te propongo.
 
La luna ya se ha escondido
su brillo sobre las nubes está
yo me enamoré con su brillo
y ahora el amor no volverá.
 
Yo pido vehemencia
a mi alma de pecador,
un amor para mí prohibido
fue el causante de mi perdición.
 
Te quise por tu bondad
jamás por tu hermosura,
el tiempo todo lo borra
sólo el corazón perdura.
 
Aún casada yo te quiero
Aún con hijos te querré
Aún cuando tú me miras
aún me haces enrojecer.
 

Que duro fue para mí

el día que te casaste
tú te sentías feliz
y mi esperanza te llevaste.
 
Me paso las noches
durmiendo sobre tu pecho,
siento tu corazón latir
y lo vivo con embeleso
JUMECO

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