miércoles, 3 de abril de 2013

EL ANCIANO Y LA MUERTE


                        

                               EL  ANCIANO Y LA  MUERTE


Como anciano que soy
no me considero viejo,
mi alma se refleja
en el espejo de mi juventud.

No por ello auguro
mi futuro que será
concienzudo, al compás
de mi proceder.

Volverá la juventud
a sentir en mi alma,
como bienaventuranza
a mi bienestar.

Recorreré los caminos
antepasados, con mi zurrón
y mi cayado, hasta que
mi cuerpo extenuado
no se pueda levantar.

Entonces y sólo entonces,
pensaré en la muerte
y que me sea indolente
tan esperada ya.

Todopoderoso, escucha
mis ruegos, que me
sirvan de consuelo
para la eternidad.

                                                                                        JUMECO


1 comentario:

  1. Soy mayor,pero no me siento viejo. Amo la vida como el que más. También reconozco que la ley de la vida está muy bien hecha. Todos absolutamente todos, para nacer y morir somos iguales. Palabra de Rey. Luego vienen los cambios cuando nos interesa. Las recomendaciones, las amistades, los amigos, así está España que siglo tras siglo no tiene arreglo. Hay mas aprovechados que trabajadores, pero no pasa nada. Este país es el paraíso de los delincuentes, empezado por los gobernantes y terminado por los maleantes que viven a cuenta del sudor de otros.

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