CÁLIDA  NOCHE  DE  VERANO

                          REGISTRADA

                           (A un amor prohibido)

Cálida como noche de verano

tu voz me susurra en el oído

con fogosidad incontrolada,

tu voz ahogada de pasión

clavando tus uñas en la almohada.

Durante esta noche loca de deseos

siento tus senos sobre mi pecho,

de tu boca una respiración agitada

aún sin saciar tu placer en el lecho.

Esperas un amanecer henchido de amor

de tu cuerpo sudoroso lleno,

bajo los tules y sábanas de raso

              de deseos intensamente bellos.

Vendrán más días y más noches

que nuestros cuerpos se rindan al placer,

vendrá después el arrepentimiento

de lo que hicimos y no debimos hacer.

La carne es débil por naturaleza

el cuerpo siempre te pide más,

los placeres no todos son carnales

y los impulsos debemos controlar.

                                               No des al cuerpo rienda suelta

ni lujuria a toda tu ansiedad

cohíbete de ciertos apetitos

y cámbialos por la humildad.

JUMECO