Se alza el
telón.
Y se ve el
fondo
de los
sentimientos;
la
capacidad de las
actitudes,
el furor
de los
pensamientos,
la calidad
del tejido
que
envuelve su ser.
Se baja el
telón.
Se ven los
resultados
de una
vida sosegada.
O, un
tanto alterada
llena de
remordimientos,
acusando
al indigno,
al
insolente,
al que
nada culpa tiene
y tú le
señalas para eximir
la tuya y
verte libre de ella.
No quieres
reconocer
tus fallos,
tu
inestabilidad,
tus malas
actitudes.
No todo lo que aparenta
es sólido,
ni todo lo que reluce
es oro.
JUMECO
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